El sábado pasado, tomé esta foto con el smartphone de Marco Benito. La escena me hizo recordar el primer sábado de la maestría, muy probablemente un año atrás: posando en el mismo jardín, con las mismas ganas de empezar la "aventura", con la misma incertidumbre sobre lo que iba a venir, al lado de desconocidos que al poco tiempo se convertirían en tus hermanos en la batalla... Una frase de Marco interrumpió mi alucinada sentimentalucha:
- ¡Carne fresca, doctor!
- Chess.
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