Ayer en la maestría, nos tocó presentar el caso de Tambrands Inc., en el curso de Marketing Internacional, que trataba acerca de las barreras que la compañía norteamericana encontró al intentar expandir, a nivel mundial, el único producto que comercializaba, los tampones Tampax. En primer lugar, la falta de infraestructura para la distribución y marketing global; y en segundo, la resistencia religiosa y cultural propia de cada región/país a la que quería dirigirse.
El tema es que, en 1997, Procter & Gamble adquirió Tambrands por 1.85 mil millones de dólares, e inició la comercialización a nivel mundial, para lo cual recurrió a una estrategia de marketing en la que tuvo que redefinir segmentación y posicionamiento, dependiendo del país a donde ingresaba.
Lo que nadie se imaginó es que pude conseguir unas muestras de tampones (de marca Klinex, ya que no encontré en ninguna farmacia la marca Tampax) para repartirlas entre mis compañeros (y al profesor), para estar todos bien sintonizados sobre lo que estábamos hablando. Creo que para los muchachos, así como para mí mismo, fue muy ilustrativo.
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