miércoles, 22 de agosto de 2012

Honda: "The nicest people"

Hace casi casi dos años, Adam Richardson escribió en su blog Amphibious la historia de cómo la Honda logró alcanzar el éxito en los Estados Unidos.

A finales de los 50's, la Honda hizo una jugada clave: ingresar al mercado de motocicletas estadounidense. Se conoce cómo termina esta historia: hoy la Honda es un jugador dominante en los Estados Unidos, vendiendo una amplia variedad de modelos y de manera masiva. Sin embargo, en sus inicios, el éxito no pudo ser más improbable (o menos posible). El éxito en el largo plazo fue posible siendo flexible al entendimiento progresivo de cuáles eran los problemas —y las oportunidadades—.



De hecho, no había un gran plan, en absoluto. Si se hubiera seguido fielmente el curso inicial marcado por Soichiro Honda —promover las motocicletas más grandes, con los agarradores como bigotes de Buddha—, el éxito pudo no haberse alcanzado, y hoy Honda sería solo una nota al pie en la historia automotriz. La apertura y enfoque emprendedor de Honda es un ejemplo perfecto de lo que Gary Hamel llama "lucky foresight" (algo así como "suertuda previsión"), argumentando que los nuevos conceptos de negocio son siempre una combinación de circunstancia, deseo, curiosidad, ambición y necesidad.

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