En alguna conversación, probablemente hace más de un año, esta compañera de trabajo, amiga mía —que seguramente prefiere quedarse en el anonimato— me había contado algo de su experiencia en el programa de coaching de Life Symphony. La semana pasada, le pregunté al profesor Noriega (Coaching y Trabajo en Equipo) si podía presentar como trabajo final del curso un informe testimonial de alguien que haya llevado este programa. Me respondió que era buena idea.
El jueves pasado, mi compañera me concedió poco más de una hora de su tiempo para contarme su experiencia, para dejarme husmear en su espacio íntimo, con una generosidad y confianza que la verdad me dejaron sorprendido.
Tomé notas en un cuaderno, mientras caminábamos por la avenida Las Begonias en San Isidro, cerca del trabajo ya que era la hora de almuerzo, y terminamos tomando frappuccino en el nuevo Starbucks.
Desde ya, por tu tiempo y por la confianza... gracias, D.A.
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