Solemnidad. Seriedad. Silencio. La versión de mí mismo adaptada a ese medio ambiente no me defraudó. Me quedé con la frase —probablemente cliché— del Director de Admisión, al final de la entrevista personal: "Ya he revisado su documentación y no encuentro ninguna razón para no admitirlo en el programa".
Una ingenua pero genuina sensación de felicidad invadió mi rostro, y casi inmediatamente recordé a Fernanda Bromley: la suerte no existe; existe el resultado del esfuerzo y la perseverancia.
Lamentablemente, en la puerta del horno me encuentro a merced de la misericordia del departamento de Créditos Educativos del BCP. Y espero, de todo corazón, que este pan no se me queme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario